Me avergüenzo de no haber sabido las respuestas? Sí. Me arrepiento de haberme cruzado con esas preguntas en mi camino? No. Lo cierto es, que de no haberles encontrado respuesta, no sería hoy la fan número uno de comer kapustnica de navidad, o la nueva aprendiz de hiking orgullosa de haber llegado a la cima del Kriváň.
Soy Mexicana y no, no de Cancún (hay mucho más México que eso, ya les contaré). Hace un año que vivo en Eslovaquia y sí, así como lo lees, lector eslovaco o extranjero que cree firmemente que todo es cien porciento mejor en otro país, me encanta Eslovaquia! (Aunque es verdad que no tienen tortillas de maíz ni chile del que de hecho es "picante", pero no se puede ser tan exigente. Despues de todo, México solo hay uno.) Me encanta Eslovaquia y no lo digo por pasarme las tardes en lugares "instagrameables" en el centro de Bratislava (que no voy a negar que es bellísimo), pero hay mucho más de Eslovaquia para ver... espera, es Bratislava el Cancún eslovaco?!
Aunque ya desde México empezó el proceso de mi "eslovaquización", escuchar música tradicional, ver videos de bailes tradicionales, películas antiguas y algunas caricaturas no pudo prepararme a lo que me esperaba al llegar aquí, todo tan diferente de lo que imaginé. Pensé que lo más difícil en el proceso de mi adaptación sería el idioma , pero que creen - al final, no fue ni lo único, ni lo más difícil que tuve que enfrentar. Pero ya llegaremos a esas historias.